sábado, 15 de junio de 2013

Recensión crítica del libro "El Último Papa", de Malachi Martin, S.j.



Recensión

“El último Papa”, de Malachi Martin, S.J.


El jesuita Malachi Martin, (23-7-1921/27-7-1999), que fue secretario del Cardenal Bea y muy introducido en los ambientes vaticanos, escribió un libro muy comentado titulado “El último Papa”, que puede encontrarse en Internet y descargarse mediante el siguiente enlace: http://dogmadafe.files.wordpress.com/2013/05/el-ultimo-papa-rp-malachi-martin.pdf
Fue publicado en español por Editorial Planeta en 1.998. Otros libros del mismo tenor y autor son: el Vaticano, El Último Cónclave, El Rehén del Diablo, Las llaves de esta sangre, La casa azotada por los vientos y Los Jesuitas.

El antiguo jesuita, pues renunció a sus votos en 1964 y se secularizó, parece muy familiarizado con los ámbitos internos de la Iglesia, aunque cabe preguntarse hasta qué punto conservaba sus fuentes de información 30 años después, cuando novela este libro.

Poseído de un pesimismo atroz, Malachi Martin presenta una Iglesia que se hubiera subvertido y llegado a una crisis tal que se habría convertido en una anti-iglesia dominada por Satanás. Las misas, los sacramentos, la sucesión apostólica y la validez del sacerdocio quedan cuestionados. Ya no llega la Gracia a los fieles, sino en restringidos lugares mediante unos pocos curas rebeldes y perseguidos.

Toda esa crisis habría sido provocada por una ceremonia satanista que habría tenido lugar simultáneamente en un lugar de los Estados Unidos y en la Capilla de San Pablo del Vaticano, mediante conexión telefónica.
El Papa, el último Papa, aparece como un gran geostratega que se resiste al aparato de dominación mundial, pero que coopera con el mismo para no enfrentarse abiertamente, mientras lo espera todo de una intervención sobrenatural de la Virgen de Fátima que arreglará el caos.
El último Papa está aislado, con escasísimos colaboradores, frente a una red eclesial imbuida de mundialismo, satanismo, homosexualidad y pederastia que maneja el día a día de la iglesia y que además conspira para hacerle dimitir y colocar en su lugar a otro más imbuido de los principios de la red mundialista.

El tozudo irlandés mostró en varias entrevistas que su entramado novelístico no lo consideraba una ficción, sino una historia novelada que reflejaba fielmente la realidad. Veamos algunas de sus afirmaciones.


Pregunta. Su libro empieza con una vívida descripción de una “Misa Negra” sacrílega celebrada en 1963 en Charleston, Carolina del Sur. ¿Ocurrió eso realmente?


Respuesta. Sí, sucedió. Y también es un hecho que participaron altos cargos eclesiásticos del Vaticano por teléfono. La mujer joven forzada en el ritual satánico aún vive, y felizmente ha sido capaz de casarse y de llevar una vida normal. Ella dio los detalles del suceso.


Respuesta. Sí, entre los cardenales y la jerarquía hay satanistas, homosexuales, anti-papistas, y cooperadores para conseguir un gobierno mundial.


Pregunta. ¿Hay tanta intriga y deslealtad en el Vaticano como su libro parece indicar?


Respuesta. Hay más de la que he suministrado en el libro. El Papa está rodeado de hombres con atuendo clerical que no tienen la fe Católica; trabajan con fundaciones, organizaciones, grupos internacionales, instituciones financieras, gobiernos, universidades, y otras agencias para traer un nuevo orden mundial.


Pregunta. En su libro usted dice que influencias subversivas en las posiciones clericales más elevadas de la Iglesia están trabajando para traer un nuevo orden mundial. ¿Qué quiere usted decir con “nuevo orden mundial?”.


Respuesta. En su forma completamente planeada, habrá una globalización monetaria, y el flujo de capital y mercancías será gestionado por una entidad central única, como el Banco de Compensaciones Internacionales de Suiza. Cualquier nación que no se someta al sistema globalizado perecerá. Adicionalmente, habrá unas Naciones Unidas expandidas que extenderá su nueva estructura ética, ya capitaneada por Mikhail Gorbachev y Maurice Strong. Esto reemplazará a los Diez Mandamientos y será la base de una nueva religión universal sin Dios. Todos los Cristianos, sobre todo los Católicos, serán forzados a soportar un martirio en el que se les requerirá abandonar todo lo que crean, serán presionados a que acepten la nueva forma del estado con su nueva religión. Este nuevo orden mundial no estará centrado en un grupo de edificios desde los que los emisarios saldrán a dar órdenes al mundo. Habrá legislaciones nacionales, pero los gobiernos del mundo estarán dirigidos por quienes estén en la cima.


Pregunta. ¿Qué quiere decir con la “cima”?.


Respuesta. La fuerza que subyace y de la que he escrito en Windswept House se estructura como en una pirámide. Es ancha en la base, donde muchos individuos persiguen sus intereses y esperan ser elevados a posiciones superiores. Hay cada vez menos habitantes a medida que se asciende en la estructura. Solo unos pocos llegan al último nivel de mando, la cima de la pirámide. Estos individuos no tienen ninguna lealtad a las naciones de las que proceden; son un nuevo tipo de ser humano, internacionalistas que buscan controlar a la humanidad. No tienen un Dios, pero colectivamente, pretenden usar la religión, los gobiernos, y cualquier cosa que encuentran útil para imponer su voluntad. Por ejemplo, opino, que la URSS no se desintegró de forma natural, sino que colapsó por una orden premeditada. Esas órdenes vinieron de la cima.


Pregunta. ¿Prevé usted represión física en este nuevo orden mundial?


Respuesta. Sí, aunque de un nuevo tipo. Las fuerzas determinadas a conseguir el poder total ciertamente crearán campos de detención, pero los individuos enviados a ellos serán siempre víctimas de procedimientos completamente legales; serán declarados culpables de romper la ley.


Pregunta. ¿Es la Iglesia Católica un mayor objetivo que otras iglesias?


Respuesta. Sí, porque es una organización internacional independiente a la que no se le puede permitir que exista como competidor. La Iglesia Católica tiene su propio cuerpo diplomático de embajadores destinados en las naciones industrializadas del mundo. Hay 180 naciones que han enviado embajadores al Vaticano. Ninguna otra iglesia atrae tanta atención. Los que trabajan para el nuevo orden mundial deben controlar esta organización única. El proceso que utilizan para conseguir esto se describe en Windswept House. En el libro escribo, “la Iglesia es el sine qua non para la llegada del nuevo orden mundial.”


Pregunta. ¿Usted ha descrito lo que sería prácticamente una total desintegración de la Iglesia Católica que incluye una negativa por parte de los líderes de la Iglesia para expulsar a los herejes y teólogos apóstatas, detener la falsa anulación de matrimonio, expulsar a los homosexuales, forzar a los obispos a que se adhieran a las leyes y dogmas de la iglesia, etc . En un libro anterior, usted excusa al Papa por no tomar medidas para poner fin a estos abusos, aludiendo a que había buenas razones para su sorprendente tolerancia. Ahora, sin embargo, ha adoptado una actitud mucho más dura que ya no ofrece excusas por su inacción. ¿Por qué la nueva actitud?


Respuesta. Es demasiado tarde para tratar de encontrar excusas. El Papa debe utilizar su autoridad para salvar a la Iglesia de sus enemigos internos. El problema dentro de la Iglesia de hoy es la apostasía, el haberse apartado de los dogmas fundamentales, especialmente por aquellos que ocupan altos puestos. Esto no es lo mismo que la herejía y el cisma. Los apóstatas deberían ser expulsados. Cuando se les permite seguir dentro, el pueblo poco a poco cae en la misma apostasía.

Esa es la Iglesia que veía el secularizado jesuita, el irlandés Malachi Martin. No me resisto a traer aquí unas expresiones que supuestamente obedecerían a la visión que Juan Pablo II tendría de Mijail Gorbachov.

Lo que el mundo jamás llegará a saber, que ahora el señor Gorbachov recibe financiación en dólares norteamericanos. Depende enteramente de sus amos. Se desplaza en sus aviones a reacción. Viaja en sus limusinas blindadas. Recauda fondos en
sus funciones. Va de vacaciones a sus balnearios y lugares predilectos. Es el protegido, el niño, la marioneta, el obediente servidor de los macrodirectores y el querido de los maestros ingenieros.
»Siempre he mantenido un vínculo con él. Ha sido una forma útil de saber lo que en realidad nosha estado ocurriendo a todos desde 1989. Pero ninguno de nosotros alberga ninguna ilusión respecto a él o a sus objetivos. A nivel personal, sigue siendo ateo y materialista convencido. A nivel sociopolítico, sigue siendo un craso marxista. Y a nivel moral, es indistinguible de un oso polar. Mijaíl Gorbachov no tiene misericordia, piedad ni compasión de nadie en este mundo, yo incluido. ¿Hablo con suficiente claridad, señor Appleyard?

¿Opinión de Karol Wojtyla u opinión de Malachi Martin?

Pero la verdad no se corresponde con la visión catastrofista del libro. En primer lugar, ¿cómo es posible que una ceremonia de  unos chalados pueda cegar las fuentes de la salvación, la Gracia misma? ¿es que Satanás tiene más poder que el mismo Dios y una Misa negra valdría más que el mismo Sacrificio del Calvario, que se repite incruentamente en más de 400.000 misas diarias por todo el orbe? Es un verdadero disparate.

En segundo lugar, tanto y tanto hablar de la Virgen de Fátima y no se entera de lo que sucede y de cómo se han cumplido las profecías de Fátima. Como los judíos, tanto esperar al Mesías y no se quisieron enterar cuando llegó.
Precisamente en este libro habla de los acontecimientos de 1991 en Moscú, pero no sabe verlos ni entenderlos. No sabe entender, y no es el único, que el 13 de mayo de 1981, día de Nuestra Señora de Fátima, el Papa sufrió un atentado y que no murió por la intervención sobrenatural de la Madre de Dios. Que Juan Pablo II realizó la consagración del mundo a Nuestra Señora, ante una imagen de Fátima, el 25 de marzo de 1984 y mandó a todos los Obispos del mundo que hicieran lo propio, lo que así sucedió. Y que el 13 de mayo de 1984, día de Fátima, estalló el gran arsenal militar de Murmansk, con armas nucleares incluidas, destinado a la invasión de Europa Occidental. Que a partir de ahí se sucedieron grandes acontecimientos, siempre remarcados por su coincidencia con festividades religiosas especiales y que sería largo describir ahora, pero que culminan con dos fechas definitivas:
-         El 9 de Noviembre de 1989 cae el Muro de Berlín. En la Festividad de la Virgen de la Almudena, Patrona de Madrid, capital de España, primera nación en vencer al comunismo en guerra abierta. Y que es una Virgen encontrada en un Muro que se derrumbó.
-         El 22 de agosto de 1991, tras el asalto armado de los partidarios de Yeltsin al Parlamento dominado por los comunistas, es ilegalizado el Partido Comunista, se arría la bandera roja con la hoz y el martillo y se restituye la bandera tricolor de los zares, desapareciendo para siempre la Unión Soviética. En el calendario litúrgico actual es “María Reina”. En el antiguo, el Inmaculado Corazón de María. Y lo que Ella dijo fue: “Por fin, mi Corazón Inmaculado triunfará”.
Triunfará sobre el Comunismo, se entiende, que es el mal de Rusia que Ella vino a anunciar. Ahora, los presidentes de Rusia acuden a las ceremonias religiosas. Tanto Medvedev como Putin lo hacen. Y prohíben la blasfemia y las ofensas a los sentimientos religiosos. Algo ha cambiado, aunque algunos se empeñen en no verlo, porque no han sucedido los cataclismos espectaculares que ellos esperaban ver o porque no se dijo tal palabra en la fórmula de consagración, como si el sucesor de Pedro, que “puede atar y desatar, quedando atado y desatado en los cielos”, tuviera que pedirles permiso a ellos.

Así pues, ¿qué profeta puede ser el que roza el Misterio y no lo ve? Serán los “profetas de calamidades”, que denunciara el Beato Juan XXIII.


Sin negar el innegable mal del progresismo, ese cáncer eclesial que se manifestó ya desde el siglo XIX como modernismo, y que pretende dar la vuelta a todos los dogmas y a todas las tradiciones, pretender que todo es cáncer y que apenas quedan células sanas es un despropósito megalomaníaco que no se corresponde con la realidad.

Si el tozudo irlandés Malachi pudiera ver el Anuario Pontificio del año 2012 se enteraría, o quizá no quisiera hacerlo, que el número de católicos en el mundo es mayor que nunca, 1.214 millones. Los seminaristas eran 120.616 en 2011.
Y “El último Papa” moriría después que él, en 2005. Y ya no sería el último, ni el penúltimo. Porque ya ha habido otros dos Papas, Benedicto XVI y Francisco. Y así seguirá siendo, hasta la consumación del mundo.

José Luis Corral

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizas posible exageracion de martin y disculpe pero exageracion suya
de trauma de no ser tildado de negativo su vision propia de los falsos profetas de la falsa paz humanista q predica francisco avanzando sobre los pasos dejados en asis confundiendo la verdad lo mas posible.
Digame si desde los 60 no han crecido a paso agigantado el poder modernista en la curia la decadencia moral de los sacerdotes el aumento de la relajacion en la ascética y confusion en la doctrina. Persecusion o relegacion del clero "ortodoxo". En el influjo de la sociedad cuantos de esos millones de catolicos q aduce se preocupan no ya por vivir medianamente los mandamiento sino por no crear escandalo con sus perversiones vividas a pata suelta y q solo esxuchan dios te ama hagas lo q hagas y ninguna exhortacion seria a la conversion y ni hablemos de cuantos se confiesan y si cuantos y cuantos comulgan divorciados u juntados viviendo en concubinato etc etc etc etc etc...honwstidad intelectual padre poe favor q ya los lobos han areebatado casi todo y 60 años de no querer chocar con ellos solo ha conseguido q avancen mas y mas. Por cierto si bien nadie sabe el dia ni la hora pero la apostacia es palabra de Dios...la reconoceremos con la actitud de no querer ser nunca negativos y q no nos critiquen de paranoicos etc ??? Dios lo bendiga

Anónimo dijo...

Adhiero a esta opinión. Cierto es que la mirada de Malachi Martin es un poco pesimista, pero me parece que está ubicada en un tiempo que todavía no llegó, o al menos, no se manifestó tan abiertamente. Acuerdo también con que la mirada ¨desestructurada¨de muchos sacerdotes justifica el pecado, predica una tolerancia, que, lejos de salvar, condena almas.Los grupos organizados(los pocos que quedan en la Iglesia), son dejados de lado, por seer demasiado anacrónicos, y en pos de mostrarse al ¨ritmo de la historia¨la Iglesia resigna muchas veces su propia identidad,y no sé si sirve para salvar almas, porque donde no hay enmienda, poco puede hacer la Gracia de Dios.Hay muchas contradicciones, pero, los que amamos con toda el alma a nuestra Iglesia,no vamos a aflojar,de forma que satanás va a tener que esforzarse un poco bastante"Al final, mi corazón Inmaculado triunfará", nos dijo nuestra MADRE. Adelante, pues !!!!

Anónimo dijo...

Fíese de la Vírgen y no corra.